miércoles, 15 de mayo de 2013

REFLEXIÓN: La Hormiga.






Erase una vez una cigarra que durante todo el verano, cantaba y descansaba, y al llegar el invierno se encontró sin nada que comer : ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.

– Te pagaré la deuda con sus intereses; – le dijo – antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:

– ¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello?

– Cantaba noche y día libremente – respondió la despreocupada cigarra.

– ¿Conque cantabas? ¡Me gusta tu frescura! Pues entonces amiga cigarra te habrás dado cuenta que tu vida no es solo cantar y bailar.

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