domingo, 5 de mayo de 2013

HIPNOSIS ERICKSONIANA Y SALUD.



Milton H. Erickson: 
Médico hipnoterapeuta estadounidense,
 innovador y pionero en cambiar las técnicas 
de hipnotismo aplicadas a la psicoterapia.



CARACTERÍSTICAS DE LA HIPNOSIS ERICKSONIANA

La hipnosis ericksoniana representa un modelo que permite abordar la salud desde una perspectiva completamente distinta al modelo médico o psicoterapéutico convencional. Se basa en el trabajo del Dr. Milton H. Erickson, médico psiquiatra y psicólogo, que transformó el uso de la hipnosis clínica de una forma que nadie había hecho hasta entonces, siendo uno de sus principios la confianza en la capacidad que tiene cada persona en forma de
recursos inconscientes para resolver problemas y facilitar los procesos naturales de auto-curación.

Lo que caracteriza a la hipnosis ericksoniana es la relación que se establece entre terapeuta y paciente, así como la utilización del síntoma como medio para llegar a la solución. Se puede resumir en los principios de:

- Cooperación

- Utilización

La cooperación implica una relación de confianza mutua entre terapeuta y paciente, creando las condiciones psicológicas (y neurofisiológicas) adecuadas para el proceso de cambio terapéutico. En este proceso, conviene dar al paciente la comprensión necesaria sobre su responsabilidad en su propia recuperación.

La utilización es uno de los elementos diferenciales de la hipnosis
ericksoniana que, entre otros aspectos, se refiere a la relación que se establece con el síntoma. En lugar de considerarlo como algo negativo contra lo que hay que luchar, trata de utilizarlo en provecho de la propia persona. 

En el fondo, el síntoma es un recurso potencial inconsciente que “intenta expresarse como puede… pero al no conseguirlo, genera tensión”, necesitando la compresión y aceptación por parte de la conciencia.

Se entiende que “a nadie le gusta estar enfermo”, así que la respuesta natural, tanto del paciente como del terapeuta, suele ser tratar de eliminar el síntoma (y en muchos casos funciona). El planteamiento de la hipnosis ericksoniana supone establecer una relación de curiosidad y aceptación ante el síntoma, interpretándolo como un “intento de aviso” del inconsciente. 

Y si no se le hace caso, lo volverá a intentar una y otra vez.

Por ejemplo, en un caso de insomnio, el paciente puede llegar a obsesionarse por dormir, y la tensión resultante no ayuda precisamente a relajarse. 

La hipnosis clínica puede ayudar a relajar e inducir el sueño mediante sugestiones, aunque a veces esto no es suficiente. Aplicando el enfoque ericksoniano, se podría abordar de la siguiente manera: “Algo te impide dormir, algo importante en tu vida está pasando que te impide dormir tranquilo… y no te das cuenta, así que puedes tratar de descubrir qué es”. 

Y lo más sorprendente es que se descubren cosas interesantes, como por ejemplo, en casos de una excesiva autoexigencia (que sobrecarga el sistema nervioso e impide dormir), el recurso podría ser la creatividad o la capacidad de soltarse. Entonces, a medida que se incorporan los nuevos valores y hábitos a la conducta, el síntoma desaparece.

Lo cierto es que mediante las técnicas de hipnosis se consigue inducir una estado ampliado de conciencia, que aumenta la receptividad y facilita la flexibilidad mental. El objetivo es cambiar la perspectiva y el significado ante una determinada experiencia.

Pero la pregunta que surge es ¿cómo es posible que esto funcione? ¿cuáles son los mecanismos que permiten explicar estos sorprendentes cambios terapéuticos?

Para comprender cómo funciona este proceso tan curioso, sutil y casi “mágico” es necesario tener en cuenta ciertos conocimientos, tanto del cerebro como de la experiencia humana:

- La neurofisiología de la comunicación y del estado hipnótico.

- La observación clínica, destacando las pasos clave del proceso.


NEUROFISIOLOGÍA DE LA HIPNOSIS

La neurofisiología y la hipnosis experimental nos aportan información acerca de los procesos que tienen lugar en estado hipnótico. Aunque todavía no hay una explicación clara y definida de cómo se producen exactamente estos cambios, por lo menos indica que son posibles.

La experiencia de la hipnosis se genera en el cerebro, produciendo una serie de cambios objetivables (mediante EEG, RNM y PET), aunque ninguno de ellos sea específico de la hipnosis. Para profundizar en el aspecto científico de la hipnosis, es necesario revisar el trabajo de psicólogos como Ernest Hilgard, Irving Kirsch y Helen Crawford.

La relación de cooperación que se establece en hipnosis ericksoniana activa las neuronas en espejo, generando la química adecuada para el aprendizaje:

mayor secreción de serotonina. En estado de trance hipnótico, las palabras en forma de sugestiones influyen en las reacciones químicas del cerebro.

Por la neurofisiología del cerebro se sabe que, ante una determinada experiencia, la información que captan nuestros sentidos es procesada por las distintas áreas de la corteza cerebral (área visual, área auditiva, etc.), dando lugar a la representación interna de dicha experiencia: visual, auditiva y cinestésica. Además, cuando existe un componente emocional se establecen conexiones con otras áreas cerebrales, en especial con el sistema límbico

(aspecto afectivo). Finalmente, es el córtex frontal el que nos permite ser conscientes de ello y, lo más importante: darle un significado, determinando así la respuesta más adecuada a cada situación.

Es necesario tener en cuenta que la comprensión y organización de toda esta información se codifica mediante el lenguaje (que en sí mismo es una representación de la experiencia) en un área específica del cerebro. 

Y el significado que damos a las experiencias, es decir lo que creemos, configura nuestra respuesta.

Como decía Erickson, en la vida ocurren cosas, algunas terribles, pero las experiencias en sí mismas no son ni buenas ni malas, todo depende del significado que le damos en un momento dado. Reaccionamos al significado…

y nuestra neurología también.

Las palabras son estímulos condicionados que representan experiencias internas (Watzlawick), es decir, actúan a modo de buscador en el inconsciente, reconectándonos con todo lo que está relacionado con ellas. Por ejemplo, al mencionar la palabra éxito, nuestro cerebro va a activar imágenes, sensaciones y reacciones emocionales, según lo que para cada uno represente esa palabra (haz la prueba con palabras como cáncer, hipoteca, guerrero, sangre, vacaciones, sexo… hipnosis).

Las expectativas curan: efecto placebo

El efecto placebo es un ejemplo de la potente influencia de nuestra mente en la neurología. El efecto placebo es la mejoría clínica producida por la expectativa de curación ante un supuesto método terapéutico que en realidad es inactivo (en términos farmacológicos). Desde la perspectiva neurolingüística implica que la creencia en una posible mejoría o curación, provoca una reacción en el sistema nervioso central que facilita los procesos de autocuración.

A veces existe la creencia errónea de que el placebo sólo funciona en síntomas “imaginarios” y que la mejoría no es “real”. Sin embargo, numerosos estudios (Irving Kirsch) demuestran que la mejoría se produce incluso en trastornos orgánicos y en cualquier tipo de persona. Es más, en los ensayos clínicos preceptivos antes validar cualquier nuevo fármaco, la eficacia siempre se contrasta con el placebo, y para ello basta que supere al placebo en un tanto por ciento significativo.

Ante estos hechos, cabe reflexionar sobre la importancia de las expectativas en el efecto de la hipnosis, que actuaría a modo de un “placebo no engañoso”

(Kirsch). Existen gran cantidad de publicaciones científicas en ese sentido, incluso describiendo un mecanismo de acción (mediante neuro-imagen). Por ejemplo, en pacientes con depresión, la expectativa de curación produce cambios en el córtex cerebral que posteriormente afectan a niveles más profundos (núcleos del sistema límbico), modificando la química cerebral, por lo que mejora el estado de ánimo.

PROCESO DE CAMBIO TERAPÉUTICO:

En la práctica clínica de la hipnosis ericksoniana, el objetivo es conseguir que el paciente cambie la percepción de su realidad, para disponer de más opciones. Mediante el trance hipnótico, el paciente puede tomar conciencia de ciertos patrones subyacentes a su conducta habitual que, en cierto modo, son causantes directos o indirectos- de sus síntomas. El punto crítico del proceso suele ser un conflicto entre sus valores más profundos.

El planteamiento básico es:

- Establecer una relación de confianza (Rapport).

- Acompasar: reconocer el problema y el modelo del mundo del
paciente.

- Cambiar el estado mental, evocando recursos y/o induciendo un estado de trance.

- Conseguir cambios terapéuticos evidenciables.

El proceso consta de varios pasos, que se pueden sistematizar de diversas maneras.

Según Erickson, las fases de la terapia son (O’Hanlon):

- Conseguir rapport

- Reunir información

- Eludir o interferir las limitaciones y creencias auto-impuestas

- Evocación de aptitudes y/o motivación

- Construcción de aptitudes

- Vinculación de las aptitudes y habilidades en el contexto problema

- Finalización de la terapia y seguimiento.

Según el trabajo de trance generativo de Stephen Gilligan:

- Preparación: centrarse y establecer rapport, evocar recursos, definir intención (y objetivos).

- Cambio: inducción de un estado de trance generativo.

- Transformación: aceptar lo que surge y descubrir nuevos significados.

- Reorientación: integración, compromiso y proyección al futuro de los aprendizajes realizados.

Estructura de un proceso de cambio:

En la práctica pueden ser necesarias varias sesiones para aplicar este modelo, dependiendo de cada caso. Los puntos clave para producir una mejora en la salud son:

- Cambio del estado mental

- Cambios en el comportamiento

- Cambios en el sistema de creencias

- Estabilizar nuevos aprendizajes

1º Cambio del estado mental:

En general, cualquier síntoma va a conllevar un cierto grado de tensión emocional. Si el paciente está en el “estado problema” va a ser difícil cualquier propuesta. No basta con decirle a alguien que tiene un problema de salud: “No te preocupes, este síntoma es sólo un mensaje de tu inconsciente y si te lo miras bien, descubrirás que algo en tu vida no funciona como debería”. Es necesario previamente haber creado un clima de confianza que permita cambiar el estado mental, para estar receptivo a nuevas propuestas.
En muchos casos, esto ayuda a relativizar y cambiar la perspectiva de la situación, lo cual favorece la mejoría.

2º Generar nuevo comportamiento:

Erickson proponía que el paciente “hiciera algo distinto”, un cambio en algún comportamiento o hábito: “Si haces lo mismo, te pasará lo mismo”. Al principio, pequeños cambios puede romper pautas rígidas y permiten descubrir nuevas formas de experimentar su vida. Conviene empezar por lo más urgente o inmediato, por ejemplo organizar hábitos diarios, (alimentación, actividad física, sueño, etc.).

En algunos casos es necesario desarrollar capacidades a partir de los recursos que ya posee el paciente o de la utilización del síntoma. Por ejemplo, aprender a definir límites (y saber cuándo “decir no”), a tener paciencia, a confiar en uno mismo, a relajarse, a organizarse en función de los propios valores (vida profesional, tiempo libre), a prestar más atención a los demás…

la vida es un constante aprendizaje.

3º Transformar creencias limitadoras:

En un determinado momento del proceso de transformación puede aparecer un bloqueo, donde el paciente pierde la conexión con sus recursos. Suele ser la expresión de una creencia limitadora inconsciente, del tipo: “si me enfrento al mundo voy a sufrir”, o “tengo que seguir controlando, sino algo grave puede ocurrir”, o “no soy suficientemente bueno para…”, o “si fracaso, no podré soportarlo”, o “si no me aceptan, no soy nadie”, o ”yo no me fiaría
de alguien como yo”… y otras muchas. La esencia del proceso de
transformación es la integración de los elementos opuestos que generan conflicto, descubriendo nuevos significados. Para explicar este conflicto de forma simplificada: una parte de la naturaleza humana busca el bienestar (evolucionar y mejorar) y otra trata de evitar el sufrimiento (prefiere “malo conocido…”).

4º Estabilizar nuevas pautas:

Más que una curación al estilo clásico de “todo o nada”, el resultado de la terapia supone tomar conciencia acerca de ciertas actitudes, valores y formas de reaccionar ante las circunstancias adversas. Esto supone establecer nuevas pautas de comportamiento, por lo que el síntoma sólo aparecerá si se vuelven

a las antiguas pautas. También puede resultar útil promover el aprendizaje generativo, es decir, reencuadrar las futuras experiencias supuestamente negativas, tratando de descubrir el aspecto positivo que contienen.

APLICACIÓN A LA PRÁCTICA CLÍNICA

En la práctica clínica, la patología más habitual suele ser:

- Ansiedad

- Insomnio

- Dolor crónico

- Fobias

- Estados depresivos

- Adicciones

- Colon irritable

- Síntomas resistentes a los tratamientos convencionales

De todos ellos, los 3 problemas más frecuentes son la ansiedad, el insomnio y el dolor.


Ansiedad:

La ansiedad es un estado emocional que se caracteriza por una reacción del sistema nervioso vegetativo simpático, que prepara al organismo para la acción. La ansiedad se puede considerar patológica cuando la reacción fisiológica es muy intensa o desproporcionada en función del agente causante, o bien cuando prolonga en el tiempo. Desde el punto de vista de la hipnosis
ericksoniana, la ansiedad aparece cuando la persona pierde su centro (su conexión con el presente).

La hipnoterapia resulta muy eficaz, tanto para tratar los síntomas como las causas de la ansiedad. En general, suele ser producida por sistemas de creencias y valores inconscientes que provocan autoexigencia, expectativas poco realistas, falta de confianza o de autoestima.

Insomnio:

El insomnio puede ser por muchas causas distintas. En general, suele ser secundario a una situación de estrés, o estados de ansiedad y/o depresión, aunque a veces no se encuentra ninguna causa aparente.

La hipnosis ericksoniana ayuda a descubrir ciertos patrones de conducta, y actitudes, entre los que destaca una tendencia al exceso de responsabilidad, de control, o de perfeccionismo (el arquetipo del “guerrero”), que provoca dificultad para relajarse o “soltarse”.

Dolor:

Uno de los aspectos negativos del dolor es el sufrimiento psicológico que genera. Es un bucle, en que el sufrimiento produce tensión emocional y esto a su vez aumenta el dolor. La hipnosis puede romper ese bucle, mejorando la relación con el dolor.

La hipnosis ericksoniana también permite dar un nuevo significado al dolor (reencuadre) por lo que se puede aprender algo de él. El dolor se interpreta como una señal del inconsciente que advierte acerca de algo importante en la vida de una persona. A veces, cuando uno acepta y “escucha” al dolor, puede descubrir y modificar ciertos patrones de conducta provocados por creencias o
valores inconscientes.

Ejemplos: En algunos pacientes, el dolor de espalda puede ser por un exceso de responsabilidades y miedo a fracasar. La migraña puede ser debida a un exceso de empatía con los demás (y falta de conciencia de los límites), que hace que el sujeto “se cargue” de tensión emocional. El dolor de estómago puede ser por una actitud incongruente con los propios valores, siendo difícil de “digerir” por el inconsciente.


CONCLUSIONES:

Según Erickson, la hipnosis es una herramienta que posibilita acceder a recursos del inconsciente y después reintegrarlos de la forma más adecuada.

La presuposición es que más allá de los síntomas (y de los problemas en general) existe un aprendizaje incompleto, acerca de uno mismo o de la vida.

Cada persona tiene, aunque no sea consciente de ello, todos los recursos necesarios para actuar eficazmente en la vida. Nacemos con la capacidad de aprender a adaptarnos al entorno, aunque este aprendizaje no siempre es fácil. Las experiencias impactantes y desagradables (sobre todo de agresión o de abandono) pueden desencadenar una intensa reacción biológica de supervivencia (ataque o huida), que puede provocar bloqueos en el aprendizaje. Este fenómeno desarrolla las “creencias limitadoras” que son
programas neuro-lingüísticos que supuestamente nos protegen del entorno, pero que nos impiden evolucionar.

Las personas toman las mejores opciones dadas las posibilidades y
capacidades que son percibidas como disponibles a partir de su propio modelo del mundo. Pero las opciones no percibidas por la conciencia, es decir, los recursos potenciales no expresados, pueden derivar en síntomas. Por lo tanto, al aumentar la conciencia, se descubren nuevas posibilidades que permiten mejorar la salud y la calidad de vida.

Autor:

Dr. Alex Santos Forrellad

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