Las olimpiadas son una fiesta o juego que los antiguos griegos celebraban cada 4 años en Olimpia, ciudad de Elida, y que sirvió de cómputo a los griegos para contar el tiempo a partir del año 776 a.C. que se fijó en la primera olimpiada y se celebraban en honor a Zeus (Júpiter).
Las fiestas se organizaban siguiendo un orden de programa comenzando:
- El primer día, de los cinco que duraban, por procesiones y sacrificios,
- En el segundo, tercero y cuarto, realizándose competiciones de todos los deportes que participaban en un estadio y luego en un hipódromo carreras de carros y la de caballos montados.
- El quinto, y último día, se dedicaban a proclamar a los vencedores y entregarles el trofeo que consistía en una corona de olivo mientras un heraldo pregonaba el nombre y la patria del triunfador
Por otra parte, el territorio de Elida no podía ser violado y, las tropas qué veían a la necesidad de cruzarlo, lo tenían que hacer con las armas despuestas. Sólo podían asistir a las olimpiadas los hombres y mujeres solteras, siendo condenadas a muerte las casadas que lo hacían.
Existe constancia documental y se conocen los nombres de todos y los vencedores de los juegos que se celebraron en Olimpia desde el año 776 a.C. al 393 de nuestra Era (293 olimpiadas).
El primer ganador conocido fue Koreibos de Elida, al que se entregó como premio una manzana.
En los 14º juegos se añadió la carrera del diaulo o dos vueltas al estadio y posteriormente llegaron las pruebas de dólico, lucha, boxeo, cuadrigas, pancracio... hasta contarse 23 en las ultimas ediciones.
El emperador Teodosio “El grande” prohibió los juegos olímpicos en 394 por considerarlos paganos y la ciudad fue destruida en 426.
Hazañas olímpicas
Londres 1908 - Dorando Pietri: La Dulce Derrota
Instante de la llegada de Pietri a meta en los JJOO de 1908
Dorando Pietro fue un atleta italiano aparecido de la nada 4 años antes del momento que le llevo a la gloria. Un buen dia, a la salida de su trabajo como ayudante en una fabrica textil, se acercó a una carrera que se celebraba en su ciudad y decidió apuntarse a correr vestido con su ropa de trabajo. Sorprendentemente quedó por delante de Pericle Pagliani, el corredor italiano mas famoso de la época.
A partir de ahi su carrera llevo siempre un ascenso meteórico hasta 1908, donde corrió el maratón de los Juegos olímpicos de Londres.
Eran las 14:33 del 24 de Julio, en un calurosísimo Londres cuando se dio la salida. Pietri empezó la carrera con un ritmo lento pero a partir de la segunda mitad de la carrera aceleró y en el km 32 se encontraba situado en segunda posición a 4 minutosdel sudafricano Charles Hefferon. Cuando Pietri supo que Hefferson estaba sufriendo una crisis aceleró todavía más el ritmo alcanzándole en el km 39.
A partir de ese momento Pietri se derrumbó. El excesivo calor empezó a afectarle severamente en forma de fatiga extrema y deshidratación. Los últimos 3 km fueron un auténtico calvario pero Pietri continuó. Al entrar en el estadio el público rompió a aplaudir, pero pronto los aplausos se tornaron en preocupación al ver el lamentable estado en que llegaba el atleta. Desorientado, Pietri confundió el sentido de la pista en el que debía correr. Cuando los jueces le advirtieron de que debía cambiar el sentido de la marcha, el corredor italiano se desplomó en el suelo. Ayudado por los jueces y las asistencias del lugar consiguió volverse a poner de pie para terminar, los que dicen fueron, los 350 metros mas heroicos y dramáticos de la historia del deporte. Pietri cayo al suelo 4 veces más, y tambaleándose, se levantó otras tantas para cubrir la distancia en 10 eternos minutos. Aun así… llegó el primero.
Desgraciadamente, el 2º en llegar fue el norteamericano Johnny Hayes. Inmediatamente la delegación Estadounidense presentó una reclamación por la ayuda recibida por parte de los jueces a Pietri cuando cayo al suelo, y este fue finalmente descalificado.
Su descalificación, y sobretodo su heroica actitud le convirtió en una celebridad internacional, que le facilitó fama y una gran fortuna, e incluso la oportunidad de ganar dos veces consecutivas en tierras americanas al injusto vencedor del marathon de los JJOO de 1908, Jonhy Hayes.
Montreal 1976 - Nadia Comaneci - La gimnasta perfecta
La gimnasta perfecta
Nadia Elena Comaneci, considerada la mejor gimnasta de la historia, nació el 12 de noviembre de 1961 en Onesti, un pequeño pueblo perdido en los Cárpatos rumanos. Bautizada por sus padres en honor a la heroína de una película rusa con el nombre de Nadezhda (que en rumano significa Esperanza).
Su leyenda comenzaría a forjarse en los “Juegos Olimpicos de Montreal (1976)”. Con apenas 14 años, 1,50 de estatura y 40 kilos de peso asombraría a medio mundo. Fue la reina indiscutible de esos juegos, convirtiéndose en la primera gimnasta en conseguir la puntuación máxima, un 10. Consiguió 7 dieces más (3 por equipos, 2 en el absoluto individual y otros 2 en las finales de paralelas y barra). Los marcadores electrónicos de las puntuaciones, al no estar preparados para tal puntuación (como máximo tres dígitos), reflejaron un anecdótico 1,00. Ganó 3 medallas de oro (absoluta individual, barra y asimétricas), 1 de plata (por equipos) y una quinta de bronce en suelo.
Melbourne 1956. Semifinales de waterpolo. Pocas semanas después de que los tanques rusos entraran en Budapest, Hungría y la URSS disputaron el partido más violento de la historia de este deporte. Los magiares, que al final se colgarían el oro, aprovecharon su superioridad en el agua (ganaron 4-0) para mofarse de los soviéticos y vengarse así de la ocupación. La cosa acabó a puñetazo limpio y la piscina se tiño de rojo. La instantánea de Ervin Zador con el ojo destrozado dio la vuelta al mundo.
Salt Lake City 2002. Juegos Olímpicos de invierno. El esquiador de fondo Juanito Muehlegg (era alemán, pero se había nacionalizado) gana en apenas unos días tres medallas de oro, convirtiéndose de golpe en el mejor deportista español de toda la historia. Poco después, sin embargo, da positivo en el control antidóping y pasa a ser Johann El tramposo. De héroe a villano en una semana.
Los Ángeles 1984. Final femenina de los 3.000 metros. Mary Decker era la gran favorita, la rubia americana, el ídolo local; su rival, Zola Budd, una sudafricana que corría descalza. Un extraño encontronazo entre ambas a mitad de carrera (el jurado de la IAAF culparía más tarde a Decker) acabó con la norteamericana por los suelos. El público, colérico, abucheó tanto a Budd que acabó desfondada en séptimo lugar. Las dos nunca se perdonaron, ninguna de ellas ganó jamás una medalla.
Montreal 1976. Gimnasia femenina. Con sólo 14 años, una menuda rumana de 150 cm. de estatura -Nadia Comaneci conseguía el primer 10 de la historia de la gimnasia con una actuación perfecta en las paralelas asimétricas. El marcador no estaba preparado para registrar cuatro cifras (10,00), así que apareció un enigmático 1,00. A su regreso, el régimen de Ceaucescu la nombró "Héroe socialista del trabajo". En 1989, huyó del Telón de acero y pidió asilo político en EE UU.
Múnich 1972. Final de baloncesto. EE UU contra la URSS. Guerra Fría. El partido terminó 49-50 a favor de los americanos, pero los árbitros decidieron que aún quedaban tres segundos por jugar. Los rusos sacaron de fondo a la desesperada, con un pase bombeado que recorrió toda la cancha; Alexander Belov lo cazó en el aire y encestó. La locura. Hasta entonces, los estadounidenses eran invencibles. Tan mosqueados estaban, que no quisieron ni recoger su medalla de plata.
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