Rosita de Plaza Sésamo Nunca dice "No se puede"
La persistencia ha sido la clave del éxito para Rosita, la encantadora monstruito turquesa de nariz naranja y cejas rosadas que lleva casi dos décadas enseñando español en su vecindario de "Plaza Sésamo" (Sesame Street).
"Sean persistentes, nunca digan 'no se puede'", dijo el personaje el jueves en una entrevista telefónica con AP, quien recomienda a sus seguidores que "entierren el 'no puedo'... y no lo saquen nunca, que sigan sus sueños. Y sí pasa en esta vida: si uno trabajo mucho y sigue sus sueños, (estos) se pueden hacer realidad".
Rosita, quien siempre ha sido manejada por su creadora, la titiritera mexicana Carmen Osbahr, nació un 7 de diciembre, le gusta dar abrazos y enseñar español, y su instrumento favorito es la guitarra.
En la temporada 39 de "Plaza Sésamo", que arranca el lunes por PBS, la monstruito bilingüe promete enseñar más español a todos los televidentes del programa, donde tiene un "Momento en español del día" en que presenta nuevas palabras y frases en castellano.
"Me gusta enseñar español a mis amigos y a ellos les encanta el español", dice contenta con su característica voz aguda. "Les digo que tengo la palabra en español del día".
Y mientras Rosita enseña la lengua de Cervantes, su "mamá" ha aprendido inglés a lo largo de 19 años en el programa educativo.
"Cuando llegué de México mi inglés era espantoso y Jim Henson, el creador de los 'Muppets' y 'Plaza Sésamo', me contrató", relató Isbahr. "(El) quería que todos sus personajes fueran honestos... no quería que (Rosita) fuera una (voz) americana", añadió en referencia a su acento mexicano.
La titiritera de 46 años, quien comenzó su carrera en Televisa en programas infantiles como "Burbujas", ha dicho que el productor le dio también la oportunidad de elegir el nombre de su personaje, lo mismo que su color y otras características.
Con Rosita, Osbahr ha aprendido a entender mejor la psicología de un monstruo que lleva una vida normal.
"Rosita me ha enseñado a ver la vida desde otro punto de vista, no tan serio", dijo la titiritera. "Es una monstruita que no le importa nada, no le importó tener diferente acento y me ha ayudado a ver la vida con sentido del humor, me ha dado muchísima seguridad".
"Sean persistentes, nunca digan 'no se puede'", dijo el personaje el jueves en una entrevista telefónica con AP, quien recomienda a sus seguidores que "entierren el 'no puedo'... y no lo saquen nunca, que sigan sus sueños. Y sí pasa en esta vida: si uno trabajo mucho y sigue sus sueños, (estos) se pueden hacer realidad".
Rosita, quien siempre ha sido manejada por su creadora, la titiritera mexicana Carmen Osbahr, nació un 7 de diciembre, le gusta dar abrazos y enseñar español, y su instrumento favorito es la guitarra.
En la temporada 39 de "Plaza Sésamo", que arranca el lunes por PBS, la monstruito bilingüe promete enseñar más español a todos los televidentes del programa, donde tiene un "Momento en español del día" en que presenta nuevas palabras y frases en castellano.
"Me gusta enseñar español a mis amigos y a ellos les encanta el español", dice contenta con su característica voz aguda. "Les digo que tengo la palabra en español del día".
Y mientras Rosita enseña la lengua de Cervantes, su "mamá" ha aprendido inglés a lo largo de 19 años en el programa educativo.
"Cuando llegué de México mi inglés era espantoso y Jim Henson, el creador de los 'Muppets' y 'Plaza Sésamo', me contrató", relató Isbahr. "(El) quería que todos sus personajes fueran honestos... no quería que (Rosita) fuera una (voz) americana", añadió en referencia a su acento mexicano.
La titiritera de 46 años, quien comenzó su carrera en Televisa en programas infantiles como "Burbujas", ha dicho que el productor le dio también la oportunidad de elegir el nombre de su personaje, lo mismo que su color y otras características.
Con Rosita, Osbahr ha aprendido a entender mejor la psicología de un monstruo que lleva una vida normal.
"Rosita me ha enseñado a ver la vida desde otro punto de vista, no tan serio", dijo la titiritera. "Es una monstruita que no le importa nada, no le importó tener diferente acento y me ha ayudado a ver la vida con sentido del humor, me ha dado muchísima seguridad".
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