viernes, 27 de julio de 2012

Amor y paciencia ante las dificultades.

En este estado de cosas, ¿hasta qué punto nos ayudan o nos perturban los obstáculos y dificultades externas? Según Ivan Ribas, las dificultades externas pueden formar parte de nuestro entrenamiento mental, junto con la meditación. "Cuando todo va bien tenemos tendencia a acomodarnos, aunque a veces nos creamos que hemos sabido alcanzar una cierta sabiduría y paz interior. Pero si de repente empiezan a surgir problemas y tienen la capacidad de alterarnos es que en el fondo mantenemos nuestros engaños. Así que estos tropiezos o dificultades en nuestra vida nos hacen tomar conciencia de ello y pueden ayudarnos a fortalecer nuestra mente. En esos momentos, para que la experiencia de paz interior llegue a nuestra vida diaria, nos ayudará potenciar el amor y generar paciencia, sobre todo. Hasta que llega un momento en que ya no hay entrenamiento, simplemente hay una paz interior que ninguna circunstancia externa puede romper. Es lo que en budismo se conoce como el nirvana. Un estado mental que está dentro de todas las personas y que aparecerá sólo cuando derribemos el castillo de naipes -los engaños- que ha construido nuestra ignorancia".



Mientras tanto, el humor es un gran recurso que nos ayuda a relativizar y desdramatizar las situaciones que nos angustian. "Buda enfatizaba en que no deberíamos tomarnos la vida tan en serio -comenta Ribas-. Mira lo que ocurre en los sueños. Tienes un sueño en el que te enfadas y esa sensación la arrastramos luego todo el día, como si fuera real. Nuestra manera de ver el mundo tiene bastante similitud con lo que nos ocurre en los sueños: percibimos algo con una mente a la defensiva (hinchada de ego, de apegos, confundida) y dejamos que nos altere en el resto de nuestra vida". ¿Es mejor reírnos de nuestro sufrimiento, de nuestras percepciones? En cierto modo. "Así nos ayudamos a mantener una actitud de contentamiento mientras nos mejoramos, y al no tomarnos tan en serio nuestros problemas creamos un espacio en el que podemos trabajar para mejor". En todo caso, lo importante es "observar nuestros engaños y ver cómo nos dañan; cuando comprendemos esto, paulatinamente irá surgiendo menos confusión en nuestra mente". Amor y paciencia, insiste Ivan. "Tratarnos con cariño y paciencia, y con el tiempo los motivos de sufrimiento serán cada vez menos y el dolor mucho menos intenso. Y la paz interior más estable".

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